"The Temptation of St. Tony", segundo largometraje dirigido por Veiko Õunpuu ha sido escogido para representar a Estonia y conseguir la plaza entre las nominados al Oscar a Mejor Película de Habla No-Inglesa. Esta coproducción entre Estonia, Finlandia y Suencia fue presentada en el pasado festival de Sundance.
La acción transcurre significativamente en la Estonia de la restauración capitalista. El filme narra con tintes kafkianos la caída de un infeliz gerente empresarial, que de la noche a la mañana pierde padre, esposa y trabajo, viéndose arrastrado en una extraña y fulminante cadena de infortunios a un mundo que es el reverso cruel y desquiciado de su discreta existencia burguesa. Un verdadero descenso a los infiernos, como advierten los célebres versos inaugurales de La Divina Comedia en el exergo, que lo convierte en testigo impotente de una sociedad poseída por el Mal, en la que el Hombre termina siendo (literalmente) lobo del Hombre. Rodada en un blanco y negro que subraya el talante ominoso de una narración por lo demás no exenta de humor, The temptation of St. Tony da fe de un nihilismo atroz que transita limpiamente de la sátira al horror, en una puesta poblada de referencias a Buñuel (Viridiana, Nazarín) y Pasolini (Salò), sin descontar afinidades con Lynch, Fassbinder, Dreyer y Tarkovski que saltan a la vista en uno u otro momento. Curas endemoniados, criaturas angélicas, ejecutivos cínicos, mujerzuelas histéricas, policías psicópatas y obreros desahuciados, nadie queda a salvo en esta siniestra fantasía distópica que se cierra fatalmente sobre una desgarrada canción acerca de la orfandad del mundo.
Hasta la fecha, Estonia nunca ha estado nominada por ninguna de sus candidaturas enviadas a la Academia de Hollywood.
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