1 de septiembre de 2010

Coppola, Godard, Wallach y Brownlow serán homenajeados por la Academia


El pasado miércoles Tom Sherak, presidente de la Academia de cine de Hollywood, dio a conocer los nombres de los ganadores de los premios honoríficos de este año, elegidos por votación el día de antes; en concreto se tratan de tres estatuillas que reconocen la carrera de tres personalidades: el actor neoyorquino Eli Wallach, el cineasta francés Jean-Luc Godard y el historiador de cine Kevin Browlow. Por su parte, el premio Irving G. Tharberg recayó en el célebre Francis Ford Coppola. La entrega, como el año pasado, no será durante el transcurso de la ceremonia de los Oscar, sino en la denominada Cena de los Premios de los Gobernadores, que tendrá lugar el próximo 13 de noviembre. Como ya se ha señalado en algunos medios, hasta el momento ha sido imposible localizar a Godard para comunicarle la noticia lo que unido a su rechazo a viajar hace improbable su asistencia a esta gala.


El nonagenario actor Eli Wallach (New York, 1915) recibirá su primer Oscar a pesar de no haber estado nunca nominado. Inolvidable actor secundario en emblemáticos títulos del Western, debutó en la gran pantalla a una edad ya madura de la mano del genio Elia Kazan en Baby Doll (1956), compartiendo cartel con Carroll Baker y Karl Kalden (y guión de Tennessee Williams) siendo nominado al Globo de Oro y ganando el BAFTA al actor revelación. En su filmografía destacan joyas del cine de los 60 como The Magnificent Seven (1960), de John Sturges; The Misfits (1961), el clásico de John Huston, protagonizado por Clark Gable, Marilyn Monroe y Montomery Clift; la titánica How the West Was Won(1962), de John Ford, Henry Hathaway, George Marshall y Richard Thorpe; o The Good, the Bad and the Ugly (1966), de Sergio Leone;... A lo largo de las décadas siguientes continuó su carrera en el cine, compaginando con numerosos trabajos para la televisión (recordemos que ganó un Emmy, en la categoría de mejor actor de reparto por el drama The Poppy is also a Flower, en 1966). Así, los años no le achantaron y trabajó, curiosamente, bajo las órdenes de su compañero premiado en esta edición, Francis Ford Coppola, en The Godfather. Part III (1990), y del español Fernando Trueba en la soporífera Two Much (1995). Este mismo año le veremos en Wall Street: Money Never Sleeps, de Oliver Stone y The Ghost Writer, de Roman Polanski.


La Academia sorprende con el reconocimiento a una de las personalidades más importantes e influyentes en la historia del cine: Jean-Luc Godard (París, 1930). Iniciado como crítico en la mítica revista, Cahiers du Cinema, su opera prima À boute de souffle (1960) revolucionó la manera de entender el cine y con ella la nouvelle vague se consolidó. A esta seguirían obras como Le petit soldat (1960), Une femme est une femme(1961), Vivre sa vie (1962), Bande à part (1964), Pierrot le fou(1965), Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution(1966) y Made in USA (1966), películas fundamentales en el movimiento francés, protagonizadas por su musa y esposa, Anna Karina. Activista en el famoso Mayo del 68, su filmografía posterior titubeó entre el cine convencional (Tout va bien, 1972) y el más experimental (Je vous salue, Marie, 1985; Éloge de l’amour, 2001), su último trabajo Film socialisme, fue presentado en Cannes en esta pasada edición. Premiado internacionalmente, tampoco ha optado al Oscar en su dilatada carrera.


La valiosa labor del historiador británico Kevin Brownlow(Crowborough, Sussex, 1938) ha sido recompensada con el tercer Oscar Honorífico de esta edición. Auténtico especialista en el cine mudo, a él le debemos la restauración de películas como la francesa Napoléon (1927), de Abel Gance, The Thief of Bagdad (1924), de Raoul Walsh, The Gold Rush (1925), de Chales Chaplin o Nosferatu (1922), de F. W. Murnau, y la realización de monografías y documentales dedicados a Cecil B. DeMille, Greta Garbo, Mary Pickford, D. W. Griffith, Buster Keaton,...

El celebérrimo Francis Ford Coppola (Detroit, 1939) suma la friolera de cinco estatuillas: tres de ellas fueron al mejor guión adaptado por Patton, 1971 (junto a Edmund H. North); The Godfather, 1973; y The Godfather. Part II, 1975 (compartido con al autor de la novela original, Mario Puzo), siendo por esta última galardonado a la mejor película y director. Todo un justo reconocimiento a uno de los cineastas más ovacionados del siglo XX, que en los años 70 realizó auténticas joyas del séptimo arte como la dos primeras partes de la mencionada trilogía de The Godfather, The Conversation (1974) y Apocalypse Now (1979) produciendo otras emblemáticas como American Graffiti (1973, de George Lucas) o Kagemusha (1980, Akira Kurosawa). No obstante en los 80 experimentó una grave crisis profesional debido al batacazo de sus sucesivos proyectos como el ambicioso musical One from the Heart (1982) y las incomprendidas (y muy personales) The Outsiders (1983) y Rumble Fish (1983), recibiendo el golpe de gracia con la fallida megalomanía de Cotton Club (1984). Cuando parecía que empezaba a resurgir con Peggy Sue Got Married (1986), la inesperada muerte de su hijo Gio, le sumó en una profunda crisis existencial que le llevó a usar sus próximas películas a modo de catarsis: Tucker (1987) y The Godfather Part III (1990). El éxito comercial de Dracula (1992) nos devolvió al Coppola más conocido, pero su siguiente trabajo Jack (1995) se convirtió el peor bodrio de toda su carrera. Con The Rainmaker (1997) intentó dar un paso más pero a partir de aquí se refugió en su labor como productor (así ha producido hasta la fecha, entre otras, todas las películas de su hija Sofia). Sus últimos trabajos (Youth without youth, 2007; y Tetro, 2009) suponen su nueva incursión en el cine independiente, alejado del aparatoso Hollywood.

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