"Black Swan" convence también en Telluride

Tras su gran éxito en su presentación en el festival de Venecia (veremos si tendrá o no recompensa en el palmarés), la última película de Darren Aronofski sigue cosechando elogios. Los últimos proceden de Telluride, donde se ha presentado la cinta. "Wow", comentan vía Twitter los compañeros de Slashfilm tras verla.
"Black Swan" tiene las marcas de un proyecto de pasión. Es un drama absorbente con una tensión casi insoportable de una cosa bastante mundana: la ansiedad en los backstage de los espectáculos. Innumerables películas han tratado el mismo tema, pero estoy seguro que ninguno de ellos lo ha abordado de esta manera. (...) Natalie Portman ofrece la mejor interpretación de su carrera (...) la película examina la naturaleza dual del hombre, el bien y el mal que todos tenemos en nosotros.", dice Eric D. Snider en cinematical.com
En firtshowing.net le dan un 9,5 sobre 10. Y en incontention.com, Tapley le otorga 3 estrellas y media (sobre 4).  "La película es la unión de elementos anteriores de las películas de Aronofski, como las paranoias de "Pi", las preocupaciones sobre la identidad de "Requiem por un sueño", el sentido de la inevitabilidad de manifiesto en "The Fountain" y la obsesión profesional en "The Wrestler . Portman da su mejor actuación hasta la fecha y bien podría valerle una nominación al Oscar, al igual que la espléndida fotografía de Mateo Libatique. Puede ser demasiado oscura para los académicos, pero me imagino que muchos miembros sabrán captar un tema de gran alcance que afecta de igual modo a los cineastas que a los pintores, músicos y, claro, a las bailarinas", dice Kris Tapley.

Un aluvión de críticas positivas que confirman su gran acogida. No se puede decir lo mismo de "Biutiful". Al menos según la crítica de Kris Tapley, que sólo le otorga dos estrellas y media (de cuatro). En ella dice que la historia es demasiada cruda y realista, pero no logra transmitir esa dureza al espectador. Sus mejores palabras son para Javier Bardem. Según su crítica, el actor se funde en el personaje hasta que olvidas que realmente está interpretando.