Actores para el Oscar (II): Colin Firth

Un actor ante su gran oportunidad. Colin Andrew Firth es, a día de hoy, el máximo favorito para arrasar en los premios de este año por su interpretación en “The King’s Speech”.

A continuación recuperaremos el post que le dedicamos el año pasado en esta misma sección y analizaremos aspectos interesantes de su nueva candidatura.

Nacido en Grayshott, Hamphsire, Inglaterra, el 10 de Septiembre de 1960, miembro de una familia acomodada: su padre, David, catedrático de Historia en Winchester University College, y su madre, Shirley Jean, profesora de literatura en el Open University, tienes dos hermanos, Jonathan y Kate, también actores. Nieto de misioneros metodistas, pasó sus primeros años al cuidado de éstos en Nigeria, volviendo a su país natal con cinco años.

Formado en prestigiosos colegios, desde joven, Colin mostró un interés por la actuación, matriculándose en el Drama Center London, donde comenzaría su carrera sobre los escenarios.

A los 24 años, consigue debutar en el cine de la mano del director inglés Marek Kanievska, co-protagonizando 'Another Country' (1984), junto a Rupert Everett. A partir de aquí, ante él se aglomerarán diversas ofertas de trabajo tanto para la pequeña como la gran pantalla, sin abandonar nunca su amor por el teatro; de este modo, en 1988 protagoniza el telefilme 'Tumbledown', de Richard Eyre ('Notes on a Scandal'), por el que será nominado al BAFTA TV.

En 1995 consigue el espaldarazo definitivo, a nivel nacional, con el éxito de la miniserie 'Pride and Prejudice', enésima adaptación de la clásica novela de Jane Austen, por la que volverá a ser nominado al BAFTA TV en la categoría de "mejor actor". Ante una situación envidiable, sabe aprovechar la oportunidad que se le brinda y se embarca en proyectos más densos, entrando en el cast de las oscarizadas 'The English Patient' (1996), del malogrado Anthony Minghella, y 'Shakespeare in Love' (1998), de John Madden, que le abre las puertas de Hollywood con el que Firth mantendrá una actitud cautelosa.

'Bridget Jone's Diary' (2001), de Sharon Maguire, se convierte en un título clave de su filmografía. La adaptación de la novela de Helen Fielding catapulta tanto a él como a su partenaire, Renée Zellweger, a la fama internacional, siendo nominados al BAFTA FILM y a otros diversos premios.

Convertido en un referente del cine inglés (por el telefilm 'Conspirancy', de 2001, logrará la nominación al Emmy como "Mejor Actor de Reparto"), indagará en algún título de comedia ligera, manteniendo sus status con largometrajes como la versión de la comedia de Oscar Wilde 'The Importance of Being Earnest' (2002), de Oliver Parker; encarnando al pintor holandés Johannes Vermeer en la película del best-seller de Tracy Chevalier 'Girl with a Pearl Earring' (2003), de Peter Webber; o participando en la "comedia romántica definitva" (como decía su póster) 'Love Actually' (2003), de Richard Curtis.

En los últimos años, Colin ha ido decepcionando más que gustando con el resultado de sus trabajos, sirvan como ejemplo 'St. Trinian's' (2007), 2ª colaboración con Oliver Parker; 'The Last Legion' (2007), de Doug Lefler, o 'The Accidental Husband' (2008), de Griffin Dune. Con esta situación, lo mismo le vemos en un musical, 'Mamma Mia!' (2008), de Phyllida Lloyd, que recurriendo al drama desgarrado, 'Genova' (2008), de Michael Winterbottom.

En 2009 regresa a la adaptación de celebérrimas obras literarias, con 'Dorian Gray', nuevamente, Oscar Wilde, nuevamente, bajo las órdenes de Oliver Parker; y, sobre todo, entusiasma (por si alguien no había caído aún a sus pies) con su rol en 'A Single Man', de Tom Ford, basada en la homónima novela de Christopher Isherwood. La Copa Volpi, el Bafta y sendas nominaciones al Globo de Oro y al Oscar, aparte de numerosas nominaciones y premios de la crítica, corroboran el que es su mejor papel hasta la fecha.

… Y punto y seguido. Firth continúa demostrando su talento y este año lo tiene todo a su favor para ganar el Oscar al Mejor Actor. Su encarnación de Jorge VI de Reino Unido ha sido alabada tanto en los festivales de Telluride como de Toronto y todos sabemos lo que gustan los biopics a los académicos: basta recordar en los últimos años como Sean Penn (“Milk”), Forrest Whitaker (“The Last King of Scotland”), Philip Seymour Hoffman (“Capote”) o Jamie Foxx (“Ray”) se llevaron el gato al agua en sus correspondientes ediciones dando vida a personalidades reales.

El film de Tom Hooper sigue el proceso del monarca inglés en su afán por mejorar su tartamudez tras su entronización. Esta fuerza frente a la adversidad conecta directamente con el de algunos roles oscarizados, siendo, quizá el más destacado el de Tom Hanks (“Forrest Gump”).

El toque brittish tampoco debemos olvidarlo: no es raro el año que un actor/actriz se cuela en el palmarés. Veamos: 2008: Kate Winslet (“The Reader”), 2007: Daniel Day Lewis (“There Will Be Blood”) y Tilda Swinton (“Michael Clayton”), 2006: Helen Mirren (“The Queen”), 2005: Rachel Weisz (“The Constant Gardener”),...

Y por último, la peculiaridad de que Firth fuera nominado el año pasado en esta misma categoría le coloca en el ojo del huracán y si no que se lo digan a Russel Crowe que aprovechó su segunda nominación consecutiva para llevarse el Oscar por “Gladiator”. Fredrich March, Spencer Tracy, Robert Donat, James Stewart y Tom Hanks también lo hicieron.

Sólo un empacho de realeza británica le restaría puntos y es que "The Queen" está demasiado reciente en la mente de los votantes y, curiosamente, Firth interpreta al padre de Isabel II.... pero ¿será esta coincidencia un verdadero handicap o sólo una mera anécdota?